Es relativamente obvio que no todos los de vuestra raza son iguales. Quiero afirmar enfáticamente que hay una sub raza humana.
Aquellos que pertenecen a tal especie, son criaturas horrendas, involucionantes, han caído en las peores de las desgracias que el infierno pueda engendrar: la inconsciencia. Al igual que los animales, no tienen sentido de autoconciencia. Tienen un primitivo sentido de auto idealización, de auto imagen, de auto creencia pero no tienen el sentido de auto conciencia. Es muy parecido al sentido de auto visión del perro, el cual sabe que existe, que es una criatura viva y que su amo es otra criatura a la que obedece cuando está de buenas para recibir alimento.
Esta infección humana sume en miseria al mundo. Ustedes queridos hijos están en el deber de limpiar semejante suciedad. Si yo volviera a encarnar en el cuerpo alemán que una vez tuve, si yo decidiera volver a meterme entre las carnes humanas para gobernar, los echaría de comida a os gusanos.
La solución no es matarlos, no esa no es la salida en vuestro actual mundo modernista. La solución radica en apartarlos, en no ser complacientes con ellos, eso de ser condescendientes para no hacer sentir mal a los demás por lo estúpidos que son, apenas sirve para volverlos más idiotas. Usad el máximo potencial de vuestro intelecto, brillad como luceros del alba, no importa la envidia, no importa humillar, basta ya de empequeñecernos para no dejar ver la bajeza de algunos que han entregado su cuerpo al licor y a la fornicación. Que sientan lo que son, que se vean tal cual son: unos cerdos asquerosos que apenas saben distinguir colores y palabras. Que asco me producen tales criaturas, que creyéndose sabios mandan al infierno a sus hijos que me hubiesen sido más útiles en otros sitios.
No obstante, nada es totalmente inútil, hasta la basura se puede reciclar y usar para algo. Distinguidlos pues: son esos de bajo coeficiente intelectual, esos que se hinchan de soberbia cuando se ganan o les regalan cosas materiales, esos que menosprecian la sabiduría, esos cuyos cuerpos repelen la música armónica y cuyas vibraciones corporales son afines con la bulla y las notas sonoras destructivas, esos que dependen del qué dirán, esos cuyas metas son tan vanas que se pueden contar con los dedos de la mano, aquellos que no poseen los 13 sentidos completos sino solo 5, aquellos que no poseen un cuerpo astral y por tanto noche tras noche vagan como sombies en el mundo de los sueños y cuando mueren vagan como sombies en el mundo de los muertos hasta volver a nacer, son esos que no saben penetrar conscientemente en el mundo astral, en la cuarta dimensión, esos que ya no pueden hablar con los elementales de los arboles, esos que ya no pueden dominar los elementos de la naturaleza, esos que han perdido a lo largo de los siglos, todas sus facultades y derechos de progenitura.
Son esos imbéciles que veis en las calles alardeando y sintiéndose alegres del malestar que les causa el trasnocho y la borrachera que les azota. Son esas zorras que veis hablando con sus demás amigas zorras de lo cariñoso que es el borracho de su novio. Esas y esos son la causa de hijos degenerados, de hijos que no sirven de nada al igual que ellos. Esos hijos del licor, del bullicio, del trasnocho, de la fornicación, de las drogas, esas criaturas nacen con cuerpos y mentes degeneradas. Jamás podrá uno de esos volar sobre las montañas con su cuerpo astral, ni penetrar en el centro del planeta, ni viajar a otras galaxias en estados de éxtasis, ni engendrar una humanidad como la antigua Atlántida. Será uno más de esos sub-humanos que ríe o se enfurece como idiota por aquello que desconoce.
Estas larvas nos pueden servir como peones en nuestras empresas, como burros de carga para llevar a cabo nuestras sutiles ideas que ellos jamás podrían entender. Sin embargo tened cuidado queridos hijos. Hay mentes tan brillantes como las vuestras en el bando enemigo. Son pocas pero las hay. Pero ustedes manteos cumpliendo su labor en silencio, ya que nuestra ventaja sobre ellos es que nosotros preferimos llegar a nuestro gran objetivo aunque no se nos reconozcan nuestros esfuerzos, mientras que a ellos les encanta alardear de sus pequeños logros y por lo tanto nunca consiguen las grandes conquistas.
Hoy les daré una orden directa y firme: a pesar de que algunos humanos de la sub raza son irrecuperables, hay otros que pueden ser regenerados, pueden ser salvados, Y EXIJO que sepan distinguir entre estos dos casos. A los perdidos irredentos, al averno! Úsenlos, manipúlenlos, exprímanlos, véndanlos por un almuerzo pues nada valen. Pero a los otros, a esos que se han dado cuenta de su miserable realidad y están decididos a regenerarse, A ESOS SE LES DEBE AYUDAR, pero eso sí, antes de ayudarles debéis estar seguros que no son enviados por el bando enemigo. Para saber esto pónganlos a prueba, háganlos llorar, háganlos sufrir, decepciónenlos, y si aun siguen ahí a vuestros pies, entonces denle un poco de nuestro valioso néctar de vida y sabiduría. Pídanles cosas sin medida, todo lo que ellos puedan dar, pues si lo dieron por el licor, por el sexo y por un “amor” animal, por “diversión”, aun mas deben darlo por recuperar su alma que está condenada al infierno. A los varones pídanles dinero, pídanles sus bienes. A las mujeres pídanles sexo, sumisión. Hasta les hacen un favor quitándole de encima los zánganos y larvas nacidos de sus fornicaciones y abominables masturbaciones físicas y mentales. Así probarán si están urgidos realmente y si reconocen la autoridad que les confiero. Si algunos se espantan que se larguen bien lejos, pues son unos farsantes hipócritas que en el fondo desean seguir siendo lo que son. Si sois señalados por ellos, entonces echadlos, comprad palomitas de maíz y sentaos a ver como la inconsciencia les absorbe la vida.
Conclusión: una manzana podrida, pudre a las que están en contacto con ellas. Apartad a esos de la sub raza, echadlos a picar roca, y sacad de entre ellos a esos y esas que desean superarse y recuperar su alma, pero no se lo pongáis fácil.