Hijos míos la transmutación mística, permite cambiar el aspecto físico, en pocas horas; o el aspecto interno, en pocos segundos; en el mundo denso o el mundo Astral.
Vuestras noches son cruzadas por hermosísimas criaturas y atacadas por espantosos demonios, que el humano no puede ver sino intuir por las consecuencias directas en sus vidas, en su "suerte".
Muchas de estas criaturas tienen cuerpos físicos con forma humana, usan este disfraz para caminar en vuestro mundo. Están entre ustedes por obligación o por compasión. Tienen una Misión.
Estos seres suelen tener pequeñas transformaciones en el mundo físico y otras muy drásticas en el mundo astral. Deben cambiar su apariencia con distintos propósitos.
Por ejemplo, si un maestro fue enviado a la tierra como caballero tigre, tendrá que tomar la forma de jaguar durante las noches para llegar a lugares muy remotos sin ser descubierto por los demonios. O si fue enviado para despertar la consciencia de la mujer, durante las noches se convertirá en una dama de indescriptible belleza en los mundos astrales, disfrutará de los placeres femeninos y sufrirá como mujer para comprenderlas y poder llegar a ellas.
Si un demonio fue enviado con un papel especial en la guerra de las tinieblas, de día será el más atractivo varón y de noche el más asqueroso murciélago que le roba el brillo de los ojos a la mujer; o lobo que despierta los más crueles instintos del hombre.
Un Maestro o una Deva, que son hombres y mujeres del más alto nivel místico, pueden tomar distintas transformaciones a voluntad, sutiles de día y drásticas en el mundo astral. Son capaces de ayudar a estos seres o enfrentarlos en batallas épicas que hacen temblar el cielo y el infierno.
Algunas Devas, cambian ligeramente su aspecto físico para parecer más jóvenes o mayores dependiendo del hombre al que deban llegar, es algo tan sutil que si el hombre le pregunta su edad, no se la negará, dirá 40 por ejemplo aunque el joven tenga 20, pero este hombre se sentirá atraído por ella aunque su aspecto no sea de 20. Usa una pequeña transformación exterior con una enorme interior para poder llegar al objetivo y ayudarle en su proceso evolutivo. Esto puede pasar porque tal hombre está a punto de perder su última oportunidad para salvar su alma de la muerte segunda, o porque tiene grandes capacidades para ayudar en la batalla del bien y el mal, o porque conoció a la Deva en otra vida y fue un Maestro que resbaló y cayó en el sueño de la conciencia y el olvido de sí mismo; y esta Deva intenta recordarle quien es en realidad.
Algunos demonios de la orden del dragón, hacen lo mismo pero su objetivo no es ayudar, sino esclavizar eternamente y sumar almas caídas a sus espantosas legiones. Estos son los famosos vampiros. Su mordedura en vida es de licor, de vicio, de engaño, de bullicio. Pero cuando al fin la victima muere, le ve en su aspecto real y las heridas esta vez no son simbólicas, son en ardor, olor, dolor y sangre por eternidades de esclavitud y llanto.
¿Pero qué impide que los magos, hechiceros, señores obscuros, devas, maestros, ángeles, etc., invadan al mundo con escandalosos espectáculos? ¿Por qué si esto es así, casi nadie lo ve?
Se debe a la Ley de la Evolución, la cual protege a los seres menos evolucionados de los que han alcanzado mayores niveles. Sin embargo como toda Ley, se puede romper.
Hay ataques mortales de brujas que dejan heridas fatales, mortales ataques de poderosos demonios, o ángeles caídos en la tentación del orgullo o la pasión, que muestran sus poderes.
Pero así como ustedes tienen leyes y castigos para quienes dañan a los animales o a los arboles; así también los seres superiores tienen leyes y castigos para impedir que los más fuertes dañen al humano.
Cuando una entidad superior se muestra, altera toda la vida, todo el Karma y todo el Darma de quien le vio pues le sube de nivel violentamente. Este ya no querrá vivir lo que le toca vivir, querrá todo de inmediato y será victima de graves errores.
Equivale a que el director de un hospital diga: "pobrecito el jardinero" y le dice: "yo soy el gran director del hospital y te he nombrado cirujano de corazones en la sala de emergencias". Es obvio el daño que le causaría a tantas personas y sobre todo al pobre hombre que no está preparado para manejar ese poder.
Por eso ¡ay! ¡Ay! de aquel Ángel o Demonio, Deva o Mago, que se atreva a romper la Ley. Los castigos son terribles, horribles, lamentables! porque el daño que causan es irreparable aunque lo hayan hecho con buena intención.
Toda palabra de soberbia se transformará en llanto y tristeza. La gente que te rodea realmente no existe como tal, son almas dormidas, la mayoría perdidas. A la hora de la muerte no te reconocerán, ni siquiera podrán hablar.
Abre los ojos, observa la realidad, estás en medio de una selva nocturna, caminas dormido y solo, alucinando estar acompañado.
La escuela, el cine, la universidad, el trabajo, el señor de la bodega, tu mamá, tu amigo, son fantasmas de tu mente; solo despertando podrás distinguir los seres reales que penetran en esa selva oscura para devolverte tus alas y llevarte a las montañas.
Vuestra vida es una ilusión, el tiempo no es el que conocen.